25521
post-template-default,single,single-post,postid-25521,single-format-standard,stockholm-core-2.4.5,select-child-theme-ver-1.0.0,select-theme-ver-9.12,ajax_fade,page_not_loaded,menu-animation-underline-bottom,,qode_menu_,qode-wpml-enabled,wpb-js-composer js-comp-ver-7.9,vc_responsive

LUZ NEGRA

LUZ NEGRA

Pedro Gandía

SINOPSIS

Uno escribe con la lengua de su deseo. Para  un destinatario francófono, escribí estos poemas en francés, en tres ciudades diferentes del Magreb el-Aksa, frente al mar Atlántico, durante agosto y septiembre de 1993. En 1997,  los traduje al castellano, junto al Mediterráneo, como quien diseca la mariposa, clavándole el alfiler de cabeza redonda, de naturalista apasionado (por el arte; no por la naturaleza, concebida para ser rediseñada). Ahora, para ilustrarlos, me valgo de unos dibujos de aquel tiempo, aquellas imágenes en esencia. Uno perfora la lengua de su deseo con las formas iluminadas.

 

Ilustración de portada: Pedro Gandía, Moussa 2012

Ilustraciones interior: Pedro Gandía, Una historia en Safi 1993

Editorial: Instituto de Estudios Modernistas, Colección “Jade.poesía”, n. 6, 2014, Valencia (España)

ISBN: 978-84-96624-79-5

71 pp.

 

ADQUIRIR OBRA

POEMAS

ANASS RÉVERSIBLE

Beauté d’un blanc suprême et d’un noir supérieur.

C’est un démon céleste, c’est un ange infernal.

C’est l’esclave du hasard, le vainqueur du destin.

C’est Parvati-Shiva et Isis-Osiris.

C’est la Reine et le Roi, la Lune et le Soleil.

 

Écrin cerclé de coeurs et coeur cerclé de glaces.

C’est l’aimé et l’amant analogues et contraires.

C’est la lumière et l’ombre, c’est l’amour et la mort.

C’est l’autre et c’est lui-même, conjonction d’opposés.

C’est le Cinq qui retourne vers l’unité cosmique.

ANASS REVERSIBLE

Belleza, blanco extremo y negro superior.

Es demonio celeste y es ángel infernal.

Es siervo del azar, vencedor del destino.

Es Parvati-Shiva y es Isis-Osiris.

Es la Reina y el Rey, es la Luna y el Sol.

 

De amor ceñido estuche, de hielo amor ceñido.

Es amado y amante análogos, contrarios.

Es la luz y la sombra, el amor y la muerte.

Es el otro y él mismo, es conjunción de opuestos.

Es el Cinco que vuelve a la unidad del cosmos.

ANASS DISPARU OU RÉTROUVÉ

Sans questions ni raisons, sans paroles ni gestes,

sa chair en noir et blanc, ni du bien ni du mal,

irradie en paradis de savoir sans savoir.

 

Les jours anciens se brûlent à sa première présence.

Après sa dernière marque, le devenir s’éteint.

Mais l’univers renaît des cendres de son absence.

ANASS DESAPARECIDO O REENCONTRADO

Sin porqué ni razones, sin palabras ni gestos,

su carne en blanco y negro, ni del mal ni del bien,

irradia en paraíso de saber sin saber.

 

El pasado se quema en su primera imagen.

Tras su marca postrera, el futuro se apaga.

Pero el cosmos renace de su ceniza ausente.

SOBRE LA OBRA

“Pedro Gandía y su luminosa huella poética” por Amador Palacios, ABC - 25/06/2014

El artista completo, y tan versátil y experimentado, que es Pedro Gandía (Cuenca, 1953), vuelve a entregarnos un nuevo y delicioso libro, Luz negra, que conjunta tres importante realizaciones ensambladas de maravilla: un breve conjunto de breves y muy bellas piezas líricas, escritas en francés, la traducción de las mismas realizadas por el propio autor y una sabrosa colección de ilustraciones asimismo de su autoría. La génesis de esta suculenta entrega queda explicada inmejorablemente por Pedro Gandía, en un sucinto y precioso texto situado al frente de las páginas atractivas que el creador nos ofrece ahora con generosidad suma:

«Uno escribe con la lengua de su deseo. Para un destinatario francófono, escribí estos poemas en francés, en tres ciudades diferentes del Magreb el-Aksa, frente al mar Atlántico, durante agosto y septiembre de 1993. En 1997, los traduje al castellano, junto al Mediterráneo, como quien diseca la mariposa, clavándole el alfiler de cabeza redonda, de naturalista apasionado (por el arte; no por la naturaleza, concebida para ser rediseñada). Ahora, para ilustrarlos, me valgo de unos dibujos de aquel tiempo, aquellas imágenes en esencia. Uno perfora la lengua de su deseo con las formas iluminadas».

La actividad creadora de Pedro Gandía es diversa. Licenciado en Filología Hispánica, tiene realizados avanzados estudios de música realizados en el Conservatorio Superior; ha cursado además las propias disciplinas que se imparten en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos. Como exhibe la solapa del libro, ha sido pintor, escultor en hierro, profesor de literatura y marchante de arte. En la actualidad, se dedica exclusivamente a la fotografía, el videoarte y la escritura. Autor de una decena de libros poéticos y de algunas novelas, como también traductor de literatos universales: Wilde, Gautier, Baudelaire, Nerval, Penna y Valéry.

En este nuevo libro, Gandía nos obsequia sus altas esencias como una apetecible confitura, para degustar, por su discreto tamaño, de una sola vez. Su concepto está ahormado (no es un rígido dictamen crítico esto que voy a decir) por la poética de Rimbaud, resaltando la lucidez de la máxima rimbaldiana «Je est un autre», mientras que la hechura formal de Luz negra se aproxima al más depurado método guilleniano, por esos ajustados y exactos versos que caen a plomo, sin posibilidad de desviarse de su pura dicción, en la actitud receptiva del lector. Y las ilustraciones que acompañan al texto se podrían calificar de rápidos, aun sosegados, trazos propios de un Michaux. Es de celebrar la aparición de un poemario tan exquisito como éste.

 

http://www.abc.es/toledo/ciudad/20140625/abci-pedro-gandia-huella-poetica-201406251515.html

"Noticia de Pedro Gandía" por José Luis Muñoz, EL PORTAL DE LAS LETRAS EN CUENCA - 11/12/2014

Conviene, de vez en cuando, otear el horizonte y encontrar, en la diáspora, nombres cuya vinculación con su tierra natal (Cuenca, en este caso) se ha ido difuminando por razones no siempre evidentes ni concretas. Sencillamente, pasa. Él (o ella) se va desentendiendo de sus orígenes y el soporte geográfico, de por sí olvidadizo y poco generoso con los ausentes, tiende un velo en apariencia sutil pero que se va haciendo más tupido a medida que pasa el tiempo. Intentemos abrirle una hendidura para, a través de ella, encontrarnos con Pedro Gandía (Minglanilla, 1953), residencia en Valencia desde su juventud, primero por motivos laborales (docentes) luego por afinidades sentimentales y literarias. Licenciado en Filología Hispánica a la vez que músico, escultor y pintor, especie de hombre del Renacimiento trasplantado a estos mundos informáticos, residió largas temporadas en Roma, Florencia y París, y de esta última volvió con suficiente dominio y amor al francés como para ser capaz de traducir a varios clásicos (Gautier, Baudelaire, Nerval, Valéry) y escribir poesía en francés, como sucede en su último libro, Luz negra (Valencia, 2014) publicado en edición bilingüe, para constatación cierta y comprobable de que efectivamente domina los dos idiomas y ello proporciona el doble placer de experimentar la calidad, calidez y sensualidad del verso del autor con los matices diferenciados que ofrecen ambos lenguajes. Y así, El tiempo crea su ídola / astro lacteado en negro encuentra su natural antítesis en el otro lado del espejo: Le temps crée son idole / astre lacté de noir. Es la poesía de Pedro Gandía profundamente directa, arraigada en los sentimientos íntimos y en la sensibilidad de la superficie de una piel proclive a dejarse llevar por la pasión, la caricia, la sensualidad, con un leve toque de erotismo subyacente que el autor no permite nunca llegue a manifestarse de manera explícita, prefiriendo la insinuación de unos placeres que él mismo, sin duda, ha experimentado, y desea transmitir al lector, cuyo sosiego inicial se ve impulsado a mostrarse receptivo ante un planteamiento claramente hedonista, amistosamente lúdicos:

Hada o dios coronado de castas lunas pérfidas,

espíritu de fuego vuelto hielo llameante,

convierte en su palacio, donde el vicio es virtud,

el espejo en que Hermes y Afrodita copulan.

            En la expresión poética encuentra Pedro Gandía su más íntimo mecanismo de expresión, a la búsqueda siempre de la verdad del ser interior que transita por los versos. En dos ocasiones, el autor pasó de la poesía a la prosa, pero es en la primera donde acierta a transmitir un mundo interior que se adivina envuelto en la plenitud de unos sentimientos no totalmente ajenos a la angustia. Ganador de varios premios literarios, finalista del concurso “La sonrisa vertical”, su obra poética (Sábana blanca, sábana negra,  1973; Cacería, 1983; Tríptico del tiempo, la belleza y la muerte, 1983; Columnata, 1990; Amuatar, 1992; Bajo una luz antigua, 1993; Hel i xs, 1998; El perfume de la pantera, 1999; Acrópolis, 2011 ofrece ya un panorama de sólida madurez expresiva que propicia el encantamiento envolvente de un mundo personal que surge de la intimidad para manifestarse abiertamente.

 

http://edicionesolcades.blogspot.com.es/2014/12/noticia-de-pedro-gandia.html