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LA ESFINGE Y OTROS VERSOS

LA ESFINGE Y OTROS VERSOS

Oscar Wilde

SINOPSIS

ÓSCAR WILDE nació en Dublín en 1854 y murió en París en 1900, ciudad en la que vivió exiliado luego de salir de la prisión de Reading, tras su escandaloso juicio por sodomía.

La Esfinge, la obra más ambiciosa y personal de Oscar Wilde, antes de entrar en prisión, es un poema perfecto. Este joyel simbolista y barroco, con ecos de El cuervo de Poe, Las Flores del Mal de Baudelaire y Las tentaciones de san Antonio de Flaubert, supone un revulsivo contra una sociedad anquilosada en sus formas de vida. Completa la entrega una precisa selección de los poemas de Oxford, donde Wilde afianzó sus convicciones y gustos y nació su pasión por el esteticismo de las artes y la belleza.

 

 

 

Autor: Oscar Wilde

Traducción, selección y prólogo de Pedro Gandía. Edición bilingüe.

Ilustración de cubierta: Gustave Moreau, Edipo y la Esfinge  (fragmento).

Editorial: Visor Libros, 2017, Madrid (España)

ISBN 978-84-9895-315-2

144 págs.

 

 

 

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SOBRE LA OBRA

“Wilde y Gandía” por María Antonia Ricas, ABC, Artes & Letras - 10/02/2018

Ha sido un privilegio leer el libro de poemas La Esfinge y otros versos de Oscar Wilde, en edición bilingüe de Visor y traducido por Pedro Gandía. La belleza y su exceso, la libertad de pensamiento que otorga una postura estética que desprecia las inhibiciones en la expresión y los hechos, imágenes y ritmo exuberantes… todo ello supone la experiencia del asombro. Acercarte a la poesía de Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde –pronunciar este formidable nombre deja sin respiración-, que nació en Dublín en 1854 y murió en París en 1900, y de quien Pedro Gandía da acertadas anotaciones, tanto de su devenir vital como de la génesis cronológica y estilística de “La Esfinge” y de sus Poems, ha supuesto para ti un revulsivo en estos días heladores. Hay que pedir permiso a Oscar Wilde para saber escribir poesía.

 

            Pero bien es cierto que una traducción puede dirigir la lectura al fracaso o a la sorpresa, a la fascinación. Traducir es volver a escribir, y lo confirmas porque tan solo un poeta de la talla de Pedro Gandía (Cuenca, 1953), narrador, ensayista, artista plástico… puede recrear estos textos, peligrosos por su difusión y por diversas traducciones con desigual fortuna, desde la originalidad de quien conoce las sutilezas lingüísticas –tan difíciles de trasladar a otro idioma-, la mirada diferente de Oscar Wilde y su juego poético, y de quien evita las trampas de la poesía, sea en la lengua que sea. Y Gandía lo consigue sin romper el respeto al discurso original del genio irlandés, sin salirse del dictado de sus peculiaridades creadoras y sin caer en la tentación de poner de su parte, de añadir elementos u ornamentos personales que pudiesen redondear este trabajo. Por ello, traduce también con una profunda comprensión de nuestra propia lengua, con un cuidado atento.

 

            Leer a Wilde ha sido un privilegio… doble; por poder entrar en su universo fulgurante de la mano de Pedro Gandía y porque Wilde te ha llevado a los poemas de su exquisito traductor. Esto escribe: Y he aquí que lo tortura un sueño: un desnudo titánico degusta tal serpiente el licor de sus venas, devora cual león la oscuras palabras de sus labios.